domingo, 19 de septiembre de 2010

Celebrar o no celebrar, he ahí la pregunta.

¿Festejar las bodas de mi madre patria o mantener el duelo por la muerte y desamparo de su población? Lo correcto sería actuar, vengar el maltrato inmisericorde. Pero, ¿y si el déspota acaba de comulgar y muere confesado? Oh, Dios, ¿cómo saberlo? ¿cómo saber quién es el culpable de todos nuestros males? Necesito de su ayuda, por favor:

Yo creo que México es México al momento en que:

1.- salgo a la esquina a comer y lo que te como es lo más parecido a lo que se habría comido Hidalgo en una esquina en 1810,

2.- en el taquero que me sirve y los vecinos, de la mesa de al lado, se parecen a Cuauhtémoc,

3.- y en que en la televisión está Pedro Infante o en la radio suena José Alfredo o un corrido revolucionario y pasan haciendo escándalo un Tin Tan y un Chava Flores en la calle a las 3 de la mañana.

4.- Y en que mi pared está graffitiando un Siqueiros o un Rivera.

¡Feliz cumpleaños, México!

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